Con el paso de los tiempos; los cambios en la política, en la economía y en la sociedad, vemos como de forma constante y progresiva, el mundo se inclina en una dirección diferente acorde al contexto histórico de cada época y consecuente con los eventos globales, la política y la geopolítica del momento. Sin embargo; cada tiempo deja huella, pero algunos de estos tiempos marcaron los cimientos en que se fundaron las bases que sostienen hasta hoy día y por muchos años postreros el orden social de las Naciones, especialmente aquellos que dieron paso a la libertad y la democracia, al orden; los momentos históricos de las diferentes guerras de independencia, y también aquellos eventos que fueron obstáculos en el camino, como las guerras mundiales por el control y poder, todas no menos trágicas en procura del fuerte al más débil someter.
Estos eventos cruciales que fueron definitivos y memorables plasmados en el corazón de los hombres y la conciencia social universal, aunque individual para cada pueblo; décadas con significado y trascendencia propia e inmodificable por ser escenario de eventos determinantes para nuestra Libertad, quedaron grabados y esculpidos en el mármol imborrable de sus Símbolos Patrios, en la histórica narración de las valientes y patrióticas proezas de nuestros mártires hecha sinfonía en el Himno Nacional, su coro y sus estrofas; en la riqueza, los mares, los cielos y el sol radiante de la patria a defender en los campos de batalla con sangre de héroes que se izara a los cuatro vientos, plasmada y cosida con hilos de oro en el Pabellón Nacional, y el fin perseguido carente en el momento histórico, pero adquirido con sacrificio; La Libertad representada en las extendidas alas del Ave Insignia Nacional, el majestuoso Cóndor de Los andes, custodiada por El Orden, centinela infranqueable y absoluto que regiría los tiempos postreros, esculpidos en dorada cinta del Escudo Nacional. Símbolos y espíritu de la República, valores y derechos que generaciones futuras, hasta nuestros tiempos han Jurado defender y honrar, pero más allá nunca nadie ha osado mancillar.
No es posible modificarlos, no es posible alterarlos, no es posible anularlos por conciencias particulares, o ideologías grupales con intención de movernos en lo irracional, lo profano y lo ridículo, yendo de lo real a la falacia, pues han quedado escritos en la historia y pertenecen a las memorias de los pueblos, a su identidad y a la patria, a su diversidad, solo en unisonó. sin embargo; aunque la norma procediera. la verdad, la memoria Patria, el espíritu de la Nación, la sangre de héroes, el legado de los mártires, cada monumento y cada relato heroico, cada momento histórico y cada grito de independencia, de LIBERTAD Y ORDEN os lo demandaría.
La Libertad intocable, El Orden infranqueable, osar alterar este equilibrio y maridaje icónico, sería como derrumbar los cimientos de la Patria, la Republica, la Nación, y el Estado; sometiéndola al arbitrio, al cambio de identidad de los pueblos, a la modificación de sus valores y al desamparo de sus derechos; modificar la memoria de las naciones mancillaría el costo del sacrificio, profanaría el templo de sus derechos y libertades, vulnerabilidades habrían bajo discrecionalidades, frente a concepciones e individualidades, sustraer o agregar significa mancillar lo conquistado.
La libertad única y el orden absoluto, No necesitan adiciones, El orden No necesita el complemento de lo justo, cuando es claro que sencillo y sublime este es contrario al caos, a la injustica, por lo tanto, no ofrece lugar a duda, ni a interpretaciones. Contrario es el concepto de lo justo; este se puede observar también desde la óptica de la tiranía, desde la acepción de lo que se le ajusta ¿a quién o a qué?, Justo No es justicia ley inmutable de correspondencia a la consecuencia de las acciones, la buena obra en la justicia es aquella que emana de Dios con misericordia y no de los hombres, lo justo obra en razón a lo que se me acomoda, justo es un zapato a mi medida, no a la de todos, no a mas, no a menos; discernimiento que va y viene entre contextos normativos, entre lo que obra bien o mal y la respuesta a estos según posturas particulares o como se dijo antes ojo por ojo, diente por diente; en este contexto y debate de criterios se han lanzado bombas, se ha esclavizado pueblos, se han aposentado dictadores. En la Alemania Nazy lo justo era asesinar al vecino judío, exterminarlos era obrar bien, era lo justo a su ideología desquiciada. ¡No! el ¡Orden! no necesita más complemento que su espíritu, no necesita más identidad que la suya propia reconocida y aceptada por una Nación desde tiempos definitivos y memorables, en la titularidad del Escudo para su observancia, contemplación, reconocimiento y acatamiento, no necesita más carga explicativa o aclarativa, ni más valor que el altruismo de acompañar siempre la libertad y evitar el caos. LIBERTAD Y ORDEN.
Del Caos a la Esperanza (Dedicatoria y reflexión)
Despojado y desterrado patria mía por injusto criterio de malvado proceder, pero justo y acoplado para ansias de poder; Almas huyen de su casa, de cadenas y del látigo; tu bandera secuestrada huérfano de Madre Patria, sin refugio caminante tu estandarte hoy es la fe, cuna ha sido arrebatada, vida ha sido flagelada, la familia en desamparo hoy tú ves. Alguien dijo que era justo, tristemente un tirano fue, pues con caos ha alterado un sublime y pulcro orden, recto y fiel, sin embargo, al horizonte el sol repunta a esa patria mancillada que hoy vislumbra la “Esperanza Corinada” que acompaña tu regreso de penumbra a la altives. (al pueblo hermano de Venezuela)
En Mi Patria Colombiana No te quiero orden justo, ajustado o acoplado ¿para quién?
Aparte del Libro En Defensa Del Honor (en edición, aun no publicado)
Autor: ALEXI A. SUAREZ P.
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